Suman las críticas hacia el presidente argentino Javier Milei luego de que este visitara Israel y firmara un memorándum de entendimiento por la democracia y la libertad con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Esto, porque el asumir un bando en los conflictos bélicos entre Irán e Israel estaría “trayendo el conflicto de medio oriente hacia Latinoamérica”.
Para Bolivia, estas acciones generan preocupación por sus posibles implicaciones diplomáticas, después de que, en abril de 2024, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, alertara sobre la posible presencia de combatientes iraníes en la frontera con Bolivia y, además, confirmara que el gobierno argentino investiga si esos hipotéticos miembros del sector armado contarían con un pasaporte boliviano que podrían, eventualmente, usar para ingresar a Argentina.
El interés belicista del actual gobierno argentino pone en alerta a los países cercanos, más aún cuando Bullrich manifestó en más de una ocasión el apoyo de su país hacia Estados Unidos e Israel afirmando que: “Los mensajes políticamente correctos como el llamamiento a la paz no son la posición argentina”.
Estas declaraciones de Bullrich provocaron la inmediata reacción del viceministro de Gestión Consular e Institucional, Fernando Pérez Cárdenas, quien recibió al encargado de negocios de la Embajada de Argentina en Bolivia, Lucas Ezequiel Demaria, para que explicara las declaraciones de la ministra Bullrich. En esa reunión, y luego en un comunicado oficial, la Cancillería recalcó que Bolivia es un Estado pacifista que trabaja para fortalecer el diálogo, la concertación y el debate entre países hermanos.
Argentina y Chile ven con recelo el acercamiento de Bolivia con Irán
El medio argentino Infobae publicó a fines de abril un artículo en el que se plasmaba la supuesta inquietud que genera, en Argentina y Chile, la relación de Bolivia con Irán. Este se refiere al Memorando de Cooperación Bilateral de Seguridad y Defensa que el gobierno boliviano firmó con Irán en julio de 2023, mismo que es visto como una amenaza: “la posibilidad de que Bolivia adquiera drones, sistemas avanzados de inteligencia, ciberseguridad y cohetería, un escenario que no podemos ignorar”.
Esta preocupación resurgió en abril de este año, cuando el ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Alejandro Gallardo, firmó en Irán acuerdos de cooperación bilateral con su homólogo Mohsen Paknejad para fortalecer los sectores de petróleo, gas, refinación y petroquímica. Sin embargo, esta reunión, vista con recelo por el gobierno argentino, giró principalmente en torno a la energía y el intercambio de conocimientos sobre aprovechamiento de energía solar.
En ese contexto, titulares como: “La alianza entre Irán y Bolivia pone en peligro a la Argentina” son difundidos en medios argentinos poniendo la semilla de la duda sobre un gobierno que apuesta por la paz y se mantiene al margen del conflicto en el Medio Oriente.