Manuel López Obrador se convirtió en el primer presidente en llamar a una consulta revocatoria en la historia de México. Pese a las críticas de sectores opositores, que consideraban innecesaria la consulta porque la popularidad del presidente mantenía unas saludables cifras de 60,4% y 57% de aprobación, Obrador ganó el domingo con un 91,1%, es decir, más de 15 millones de mexicanos estuvieron de acuerdo con que continuara su mandato hasta el fin de su periodo en 2024.
De acuerdo con los datos oficiales, 5.610.807 votos validaron que el Jefe de Estado continúe en su cargo (90,68 %), mientras que 488.273 apoyaron la revocación del mandatario, argumentando la “pérdida de confianza” en su mandato (7,89 %). En el recuento se obtuvieron 88.084 votos nulos (1,42 %).
El Instituto Nacional de Estadística mexicano recibió solo una parte de los 190 millones de dólares necesarios para llevar a cabo la consulta, por lo que instaló solo 57.500 casillas electorales, un poco más de la tercera parte de lo que se instala en una elección federal. Es posible que esta sea la razón por la cual solo un 17% de la población haya participado de los comicios.
Pese a esta baja asistencia a las urnas, la arrasadora victoria de Obrador refuerza la idea de que un buen número de la población aún respalda su gobierno.
