Existe conmoción mundial por el magnicidio del exprimer ministro japonés, Shinzo Abe, quien fue asesinado hoy mientras ofrecía un discurso en un mitin, algo habitual durante las campañas electorales en Japón. El hecho cobra aún más relevancia en un país con los niveles de violencia más bajos del mundo. Abe gobernó Japón durante varios años, entre 2012 y septiembre de 2020, cuando tuvo que dejar el cargo por motivos de salud.
El hecho ocurrió en la ciudad de Nara, cuando Abe había iniciado con un discurso que pretendía obtener el voto de los ciudadanos para su partido, el PLD, Partido Liberal Demócrata. Entonces se escucharon dos disparos, que impactaron en él haciéndolo caer al suelo con el pecho ensangrentado. Inmediatamente fue trasladado al hospital de Kashihara, donde perdió la vida por la profusa pérdida de sangre.
El atacante fue identificado como Tetsuya Yamagami, de 41 años, un antiguo miembro de las fuerzas armadas quien usó un arma de fabricación casera para efectuar el atentado. Aún no se han esclarecido los motivos del ataque, el mismo que ya se encuentra bajo investigación, mientras que la sociedad japonesa, y la comunidad internacional, se encuentran consternadas por el hecho.
